Mié. Jul 24th, 2024

Aquí nació la famosa bomba de la Barceloneta, en la calle Baluard, La Cova Fumada, es un fenómeno que supera el ámbito gastronómico

La Cova Fumada. Entre sus paredes se respira historia, no es un local glamuroso, es una antigua bodega que casi no ha cambiado con sus mas de 75 años de historia. Sus grandes puertas de madera y la barra de mármol son algo inconfundible.

Este restaurante popular de la Barceloneta no ha salido de la propiedad de la familia de Solé desde el año 1944, cuando abrió. Hoy está al frente Josep María Solé, y hasta hace poco no era extraño ver a la abuela Palmira pelando ajos y patatas en la entrada.

Aquí no hay reservas que valgan: la gente, locales y guiris, hace cola y codos a partir de las doce en sus míticos portales de madera, para pillar un sitio. En su origen, era una taberna de pescadores a la que acudía la gente a beber –se traían su comida– y por los años 50, con la moda, empezaron a servir tapas calientes. Sed conscientes: en este sitio y unos pocos más está el origen de la tapa en Barcelona y los mejores desayunos de cuchillo y tenedor.

A juzgar por las riadas de gente que concurren es, seguramente, la mejor.

En Infomag Barcelona damos fe: mezcla magistral de patata y carne con salsa picante y alioli. Ligera, no cansa. De este sitio también nos encantan los garbanzos con calamares, el capipota, las sardinas, los buñuelos de bacalao…

Ahí compartes mesa con desconocidos y hay buen ambiente, como en las mejores tabernas. No hay carta de vinos, solo chatos de vino a granel. No hay tirador de cerveza, solo quintos en botellín. Esta sencillez se ve superada por unas raciones de cocina catalana y pescado fresco a la plancha que, unidas a su pan tostado con allioli casero, te disparan la euforia, y cuando sales solo piensas en regresar. Que no muera nunca.


La Cova Fumada. Por Bernd Eldelbar.

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